28 de junio de 2015

Una visión particular de la crisis griega




Vamos a imaginar una familia con 3 hijos, matrimonio e hijos A. B y C. Esta familia decide que van a vivir en 4 casas de campo en el mismo terreno, cada una de las casas en una esquina, todo está a nombre de todos y así hacen más fuerza con los bancos y proveedores.

Todo va bien y cada familia aporta al fondo común dependiendo de su sueldo, los padres aportan 300 euros, el hijo A aporta 800, el hijo B aporta 1200 euros y el hijo C aporta 200 euros, así reúnen 2500 euros al mes al fondo común, que sirve para pagar gastos y ayudarse entre ellos.

Resulta que el hijo C pues le reducen el contrato a media jornada y a los hijos A y B les reducen el sueldo un 20 % por la crisis.

Lo normal es que todos ayuden al hijo C, es el que está peor, así que del fondo común le dan todos los meses 500 euros, y además la familia debe pedir un crédito hipotecario del que dan 2000 euros el hijo C y 1000 al hijo A.

Todo bien, la familia en conjunto pide a A y C que ahorren para no tener que pedir más crédito y salvar la situación lo antes posible.

El hijo A deja de salir por la noche, solo usan un coche de los dos que tienen, y reducen sus gastos, con lo cual empiezan a devolver a la familia el dinero prestado.

En cambio el hijo C no hace nada, sigue pagando clases de hípica a su hijo, gastan en salidas nocturnas, y pagan tv por cable.

En poco tiempo la familia C necesita más dinero y lo pide a la familia que se lo da del fondo común, pero le piden que reduzca gastos, a lo que C dice que si.

Además como C debe mucho dinero a la familia, para no perjudicarle deciden  entre todos perdonarle la mitad de lo que debe, ya que es difícil que lo pueda pagar, así pues a partir de ahora C debe solo la mitad, mientras A no recibe ninguna reducción de su deuda y sigue pagando religiosamente con mucho sacrificio.

Por si eso no fuese poco a C se le reducen los intereses, ya no tendrá que pagar lo que pagaba antes, ahora el interés es mucho menor, y de rebote la familia acepta que no pague el capital, sino que durante 30 años solo pague los intereses anuales.

Pasa el tiempo y nuevos gastos, vacaciones, una moto al hijo… y de nuevo C vuelve a pedir dinero a la familia.

Pero hete aquí que la familia dice que no, que ya no da un euro, que mientras A reduce sus gastos y no se va de vacaciones y B está pagando todos los meses 1200 euros al fondo común, C vive como si no pasara nada y por eso se niegan a darle un euro.

C sabe que no puede pedir dinero a los bancos, no tiene propiedades, su nómina es baja y encima debe dinero a su familia, pero aún así, en vez de asumir la situación lo que hace es amenazar a la familia con no devolver el dinero y encima no pagar los intereses anuales.

El hermano A se enfada, el necesita el dinero de C para poder pagar su deuda, porque si no deberá hacer más sacrificios.

El hermano B se enfada, es el que más paga, C le debe mucho, además debe pagar el crédito hipotecario y encima no recibe ni los intereses que le corresponden, deberá hacer sacrificios para compensar ingresos.

Los padres se enfadan, del fondo común C tiene mucho dinero, se le redujo la deuda a la mitad y solo debe pagar intereses, así que ahora deberán, de su pensión, compensar la falta de ingresos que le origina C.

En esta situación, ¿Qué debe hacer la familia? ¿Qué debe hacer A o B? ¿deben aceptar el chantaje, seguir pagando a fondo perdido a C para que siga manteniendo su ritmo de vida sin ingresos? ¿deben cerrar el asunto y dejar que C se busque la vida por su cuenta para no acabar “infectados” por la crisis de C?

Pues este es el conflicto griego… España es A; Alemania es B; Grecia es C; la familia es la UE.


Cada cual que se alíe en el bando que desee, pero antes póngase en el papel de A, por ejemplo, o de B… 

24 de junio de 2015

¿Realidad? ¿ficción? así pudieron pasar las cosas, ¿o no?

2388a67cf363c6577b0d4ec7dd512363_XL
El Santo Padre permanecía en silencio, sentado en su despacho, mirando como su secretario personal me hacía partícipe del resultado de las gestiones encomendadas:
–  Santidad, mañana será el día. A partir de mañana no habrá vuelta atrás como vos ya sabeis, hasta las 19.00 de esta tarde podemos evitar que el mundo conozca nuestro lado oscuro, a partir de esa hora ya nada será igual, si no lo remediamos.
– Nos, comenzó el Pontífice a hablar, nos vemos en la necesidad de abrir las ventanas, de sacar a la luz la suciedad que nos corrompe. Sabemos que el precio que habrá que pagar será alto, muy alto, pero lo asumimos. Creemos firmemente que la única forma de salvar a la Iglesia de Cristo es inmolándonos..
– Pero Santidad, terció el secretario, no veo, no entiendo el porqué, no alcanzo a entender el encargo de que entregue a un reportero de segunda fila documentos comprometedores acerca de vos, perdonad mi torpeza y franqueza, pero solo porque vos me lo habeis pedido personalmente lo he hecho, y bien sabe Dios que ahora no se si soy un traidor a la Iglesia a la que amo o su más fiel servidor.
– Sentaos Paolo,intentaré arrojar algo de luz en sus preocupaciones.
Sabeis que nunca soñe ni desee ocupar la Cátedra de Pedro. Sabeis tambien que solo acepté el mandato de mis hermanos del Colegio Cardenalicio en aras a poder purificar y limpiar a nuestra amada Iglesia.
Tambien sois consciente,lo habeis vivido en primera fila, de cuantas presiones se han sucedido sobre nos por parte de poderes que intentan perpetuar sus privigelios tanto dentro como fuera de la Curia.
Pues bien, querido Paolo, hace unos meses nos tomamos una decisión, irrevocable, y que daremos a conocer al mundo en la primavera del año próximo. Esa decisión es la de abandonar el Trono de Pedro aduciendo cansancio; realmente renunciamos porque nos encontramos en una encrucijada que impide poder gobernar la Iglesia como nuestra conciencia nos dicta. De hacerlo así graves nubarrones se cernirían sobre la institución que le harían un daño no asumible en estos momentos.
-Pero Santidad, interrumpio el secretario, dando a la luz los documentos que he entregado a la prensa solo he adelantado el momento en que los nubarrones amenacen a la Santa Iglesia..
– Mi buen Paolo, esos documentos son inocuos, no tienen firma, no comprometen legalmente a nadie, pero eso si, harán que los Cardenales que deban elegir a mi sucesor estén sobre aviso de aquello que,para ellos, hoy es desconocido, la Curia se ha convertido en un nido de serpientes con mayor poder que este humilde trabajador de la tierra, y esperamos que a la hora de la elección este “aviso” que mandamos sirva para ver con más claridad que es lo que la institución necesita.
La única posibilidad de neutralizar a los Cardenales rebeldes era haciéndole0s creer que llevaban delantera en la guerra por el asalto al papado; hemos entregado una pieza importante a cambio de una mejor situación en el tablero que nos permitirá unos meses de calma para preparar el próximo conclave. Daremos muestras de debilidad, nombraré nuevos miembros del colegio cardenalicio y mientras, hombres de nuestra confine filtrarán noticias que solo serán la punta del iceberg, pero que pondrán sobre aviso a aquellos cardenales con destinos lejos de Roma.
Solo espero que el Espíritu Santo nos ayude a concluir esta misión de la mejor forma posible. Una vez anunciada la renuncia no hay vuelta atrás y debemos confiar en que del cónclave salga un Pontífice con suficiente fuerza, habilidad y poder para poder alejar del poder a aquellos hermanos que hoy suponen un peligro para la continuidad de nuestro santo magisterio.
Y rogemos para que San Malaquías no tuviese razón (http://miscelaneanicohe.blogspot.com.es/2013/02/curiosidades-sobre-san-malaquias.html )

A veces somos demasiado estúpidos…




Esta historia la lei hace tiempo, y desde entonces quise escribirla, no copiarla, nos enseña lo estúpidos que podemos llegar a ser, como prejuzgamos, como corremos inutilmente dejando atrás las cosas más importantes, como no prestamos atención a los pequeños detalles que son los que hacen que de verdad la vida valga la pena. Confieso que yo de peque fui uno de esos niños que hubiese pagado gustoso por una hora.. quizás por eso mientras lo escribia ponía en ese niño la cara de aquel enano que un día fui.
” Era ya tarde y el niño continuaba despierto en su cama,  esperando que su padre regresase de trabajar para poder hablar con él, estaba ilusionado, habia tenido una idea, una genial idea a su entender y parecía que el tiempo no pasaba mientras daba vueltas en la cama, con el nervio puro de su edad.
Por fin el padre llegó, al niño se le abrieron los ojos al oir como saludaba a su madre y rezaba para que subiese a su habitación a darle un beso de buenas noches, como casi todos los días hacía pensando que dormía, aunque el simulaba estar dormido para no contrariar a su padre, pero se prometía no dormir hasta recibir aquel beso que le reconfortaba.
Cuando el padre entro en la habitación y se acercó al niño pensando que estaba ya dormido, este le sorprendio con un hola.
– Caray, ¿estás despierto aún?, ya son horas de que estes dormido..
– Si papa, pero es que necesito preguntarte algo importante.
– ¿Y no podía esperar a mañana?, bueno, dime, ¿que es eso tan importante, según tu?
– Papa, quiero saber cuando ganas en una hora de trabajo..
El padre miró al pequeño, primero con extupor y luego con indisimulado mal genio, la pregunta le molestó, llevaba todo el día en la calle, batallando en el trabajo, peleando, y ahora llegaba a casa a descansar y su hijo le preguntaba cuando ganaba, casi seguro para perdirle algún capricho, exigirle que le comprase alguna cosa inutil que habría visto a algún compañero..
– Eso a ti no te importa, no es tema de tu incumbencia,
– Pero es importante papa, dímelo por favor.
– 15 euros, gano 15 euros la hora, ¿y para que quieres saberlo?
– Papa, ¿puedes prestarme 5 euros?
la cara del padre se descompuso, pensaba estar en lo cierto, la única intención de esa pregunta era el pedirle algo.
– ¿5 euros?, ¿cres que no tengo otra cosa más importante en la que pensar a estas horas que en tus caprichos,? ¿sabes?, lo único que has conseguido es que hasta que no se me pase el enfado no venga a darte un beso de buenas noches, ¿contento? eso has conseguido con tus tonterías.
El niño miró a su padre y una lágrima cayó por su mejilla, recostó la cabeza en la almohada y sin poder decir nada cerró los ojos para que su padre no lo viese llorar.
Pasado un tiempo, tras cenar y tranquilizarse, el padre valoró lo situación, se sintio mal al haber pagado con el pequeño todos los enfados del día y, pese a su cansancio y las ganas de darse un baño que tenía se dirigio a la habitación del hijo, encendio la luz y despertó al pequeño.
Este lo miro sorprendido, no sabía que pasaba y se asustó, el padre le dijo.
– Toma, los 5 euros que me has pedido antes, tenía que haberte preguntado antes de enfadarme para que los querías, y puesto que me he equivocado y quiero darte ejemplo, para que aprendas a rectificar y corregir tus errores, ahora te doy los 5 euros.
El niño sonrio, sacó de su cajón unas monedas y las contó; el padre extrañado el pregunto
– ¿Si ya tenías dinero para que me has pedido más?, no entiendo.
el niño terminaba de contar en ese momento
– 13, 14 y 15.. papa, tengo 15 euros, ¿ ME VENDES UNA HORA DE TU TIEMPO PARA ESTAR CONTIGO..? “

doce del doce del doce




Despertó con el sabor agridulce de que aquel no sería el día tantas veces imaginado. Desde hacía unos meses temía y deseaba, deseaba y temía ver la marca de la triple docena en el calendario, el día irrepetible, cien años tendrían que pasar aún para poder visualizar de nuevo la triada maldita, hoy maldita pero hasta no hace mucho una fecha cuya sonoridad le recordaba campanas.
Habia soñado muchas veces como sería el día de hoy, feliz, lleno de luz, ilusión,  y sin embargo, sin saber muy bien como, bueno si, sabiéndolo, pero negándose a ver la realidad, el día de hoy se había convertido, por obra y gracia del destino en un día gris, frustrante; un día que de fiesta se tornó, allá por al canicula, en una pesadilla.
Desde el verano esperaba este día, con desilusión, con nostalgia aún cuando no había llegado; desde el verano supo que la fiesta se suspendía, que el reencuentro con el día doce sería triste, melancólico, desagradable, que aparecería en sus anales en el primer lugar de aquellos días que “pudieron ser eternos y no lo fueron”.
Cantaba Serrat “.. no hay nada más bello que lo que nunca he tenido, nada más amado, que lo que perdí...”; difícil definir mejor la sensación de la que “disfrutaba” en ese momento, en la cama, mirando el reloj y viendo pasar los segundos de una forma lenta, agónica, imaginando el calvario que sería ese día con la lentitud del paso del tiempo.
Y era verdad, nunca tuvo la felicidad en su mano, nunca fué suya, en ningún momento pudo sentirla así, la mentira y la traición anidaron desde el primer momento entre ambos; y sin embargo algo en su interior le decía que la había perdido,que la felicidad se había escapado entre los dedos.
¿pero qué había perdido si solo fué un arlequín en manos de Colombina que seducía a su oponente ?
¿qué había perdido si nunca encontró el calor, solo el desdén y el engaño ?
¿que podía considerar haber perdido si, como decía Bécquer “…en su corazón, nido de sierpes, no hay una fibra que al amor responda...” ?
¿que creía haber perdido si fué manejado por un corazón frio, egoista, que solo respondía al dictado del capricho y de su propia complacencia carnal ?
Realmente nada, no perdio nada porque nada fué suyo, porque vivió un sueño travestido en pesadilla, porque vivio una ilusión vestida de esperanza, un engaño del que despertó una noche con la bofetada de la cruda realidad que le decía que todo había acabado, y había acabado del peor modo posible;  un modo cobarde y vil, a escondidas, sin dar la cara, de lejos, sin explicaciones; un modo que fué cociendose a fuego lento a sus espaldas, mostrando un “te quiero” que encerraba un “no soy para ti”.
A pesar de ello consiguio levantarse y seguir haciendo camino, reaccionó, supo que no podía dormirse en la autocomplacencia del dolor, determinó que no era logico sufrir por quien no lo merecía, no quería ni podía frenar su vida por aquella persona.
Recordó algo que leyó una vez y se dispuso a ponerlo en práctica, ese pequeño texto le abrio el camino, le marcó la senda, le dijo cual debía ser su actitud:
” Eh tu, si, tú, ese que se hace llamar Destino. Si lees esto que sepas que no podrás conmigo, soportaré esto y mucho más. Seguiré buscando. Da igual todas las piedras que me pongas en el camino, me da igual lo grandes que sean, el color, la forma y el porqué estén ahí, a modo de obstáculo. Ninguna de ellas logrará que deje de intentar ser feliz, que deje de luchar por todo eso que vale la pena. Y mientras haya una posibilidad, media posibilidad entre mil millones de alcanzar todo aquello que busco, no dudes que iré a por ello.
Considéralo un desafío “
Y así decidio acabar aquel sueño, si, sueño porque puede que solo fue real en su imaginación,  pero aún así sabía algo, algo que se resumía en una frase
 Tal vez no fui lo que querías ni resulté ser lo que necesitabas, pero una cosa es cierta; fui más de lo que merecías.”