1 de julio de 2010

Vámonos con el ENTE....

Continuamente nos están incitando por diversos medios a modificar significativamente el uso del lenguaje, la gramática del español y la propia sintaxis de la lengua, como si estas modificaciones pudiesen ser realizadas al albur de mentes aburridas que, a falta de argumentaciones de peso, quieren hacernos creer que las cosas son como ellos dicen.
Resulta lamentable de políticos de talla, por el lugar que ocupan en la administración, no por propias cualidades intrínsecas, llegado el momento no sepan, o no quieran saberlo, no sabemos que es peor, hablar; dirigentes del país que no tengan capacidad de análisis, de síntesis y mucho menos capacidad de expresión, pasan por eruditos o pseudo-intelectuales en cualquier entrevista, debate, dialogo o tertulia que los llama y a la cual acuden como especialistas en no se sabe que.
Es sabido que hoy en día nuestra clase política es de "bajo perfil", son dogmáticos y su único requisito conocido para ocupar puestos de gestión son su adcripción a este o aquel grupo dentro del partido político al que dicen representar, las dotes personales, las cualidades innatas quedan suplantadas por su servilismo a una siglas; nos encontramos así con polititiquillos sin formación, en algunos casos sin un mínimo de educación, y sin otra cosa en que pensar que en ver la forma de perpetuarse en el poder a costa de lo que sea. También es verdad que el público objetivo al que dirigen sus peroratas es poco exigente, esta amaestrado con un sistema educativo que no les permite distinguir fallos de aciertos, ya se sabe que " cuanto mas ignorante es un pueblo menos exigente es con sus dirigentes ", en este sentido la baja calidad de la educación en España es una garantía de que nuestros políticos podrán seguir gobernando a pesar de no tener un mínimo de cualidades para ello.
Pero si en el caso de los políticos la situación no deja de ser anecdótica, no es de recibo que profesionales de la lengua comentan iguales fallos, periodistas, escritores.... adolecen de la mínima formación para acercarse a un publico que nos toma como referencia en muchos de sus actos. Locutores que inventan palabras, que usan el lenguaje a su antojo, que elaboran frases como quien hace churros no dejan de ser un diario en los medios de comunicación.
Para muchos de ellos vamos a explicar una curiosidad de la lengua española, del español, de la lengua que hablamos a diario y que bien les valdría conocer para no hacer el ridículo.
En castellano existen los participios activos como derivado de los tiempos verbales. El participio activo del verbo atacar es "atacante"; el de salir es "saliente"; el de cantar es "cantante" y el de existir, "existente". ¿Cuál es el del verbo ser? Es "el ente", que significa "el que tiene entidad", en definitiva "el que es". Por ello, cuando queremos nombrar a la persona que denota capacidad de ejercer la acción que expresa el verbo, se añade a este la terminación "-nte". Así, al que preside, se le llama "presidente" y nunca "presidenta", independientemente del género (masculino o femenino) del que realiza la acción. De manera análoga, se dice "capilla ardiente", no "ardienta"; se dice "estudiante", no "estudianta"; se dice "independiente" y no "independienta"; "paciente", no “pacienta"; "dirigente", no "dirigenta"; "residente", o "residenta”.

No hay comentarios:

Publicar un comentario